A la banda le han puesto maletas llenas de dólares sobre la mesa, pero con la condición de que digan cosas que no quieren. La respuesta ha sido no. "Cuando llegamos a un mes difícil de plata, decimos, uy, hubiera caído bien ese dinero, pero sabemos que eso es algo que se paga caro", dice Muñoz.
A él le gusta presentar su agrupación como una banda gestora del movimiento artístico consciente de América Latina. Han conformado una fundación para apoyar a los que comienzan en el camino que ellos conocen, con el propósito de que no desistan en la mitad de la carrera, como tantos. "Uno viaja por el país y ve a músicos increíbles, pero enciende la radio y está atestada de mediocridad. Es algo absurdo".